Achosport, el Alto Tajo y el virus

Como todos sabréis, el Kolektivo Achosport ha pasado unos días en el Parque Natural del Alto Tajo. Lo aquí narrado a continuación fue lo que sucedió.
Viernes 3 de abril.
Por fin nos dan las vacaciones!! Vaya trimestre más largo. En cuanto se acaban nuestras labores docentes cargamos los coches y carretera y manta. Salimos a eso de las 16.30 de Peñarroya-Pueblonuevo tres coches. A mitad de trayecto se nos une Ilde and sister. Por fin llegamos a la casa a eso de las 12 de la noche. Casi 600 km. No os fieis del google map, las autovías que marca están en obras, por lo menos el trayecto que nos interesaba de Ocaña a Cuenca.
Al llegar descargamos los coches, encendemos la chimenea y nos damos prisa porque el grupo electrógeno se apaga pronto. Esa noche birras a la luz de las velas.
Sábado 4 de abril.
Nos levantamos tranquilamente. Vamos a comprar pan y el padre comienza su exhibición de rallys. Paloma y Ana montan una tirolina para los niños y nos reímos un rato (sobre todo con la que barrió el suelo con su santa parte). Ya veréis los vídeos.
Después de comer vamos a escalar, unos en coche y otros en bici. Montamos las vías cerca del puente de Peñalén, un sitio bien chulo. Vías facilitas para todos los públicos.

Al llegar a casa algún niño no se encuentra bien, pero no se le da más importancia (Carlos había llegado regular del estómago).
Domingo 5 de abril.
Por la noche comenzó el baile. Es decir, comenzaron los vómitos y las potas. Ana y Juan inauguraron el pantano. Vaya nochecita, y encima hay que potar a la luz de las velas o de los frontales. Nos levantamos y compadecemos a los enfermos (que poco nos imaginábamos lo que nos quedaba...).

Un grupito decide salir en bici, tras haber preparado concienzudamente la etapa con el gps. A las cuatro de la tarde llegó Carlos, sudoroso, y tuvimos que ir a recoger al resto del grupo con los coches. Se equivocaron de camino. Error fatal.
Por la tarde fuimos a escalar al mismo lugar del día anterior. Allí el padre nos deleitó con un 6º B+ espectacular y descubrimos a la araña negra, la más friki de todas las escaladoras.

Esa tarde llegaron los achos extremeños, que se alojaron en una casa aledaña, a la que se incorporó Javi, que por fin pilló cama.
Lunes 6 de abril.
Esa noche las potas se multiplicaron. Hubo nuevas bajas. Una parte del grupo nos fuimos a hacer un barranco. Muy chulo, por cierto. Pero que, a decir verdad, no creo que ayudara mucho a expulsar el virus latente que nos acechaba. Al contrario, entre rápel y rápel el frío era cada vez más intenso. Pero lo disfrutamos, que conste (además, para muchos achos era su primer barranco).

De vuelta a casa paramos en la sima de Alcorón a pesar de la tormenta eléctrica que teníamos encima. De Peñalén a Poveda el Padre dio otra clase magistral de rally en tierra. La vuelta a casa constató que la situación sanitaria iba de mal en peor. También nos dio tiempo a conocer a Antonio y a tomarnos unas cerves en su bar. Esa misma tarde, el resto del grupo fue a ver la Laguna de Taravilla, una laguna de origen kárstico muy guapa.

Martes 7 de abril.
Vaya nochecita. Paloma, Rosa, Alejandro, Isma... se pusieron malos. Rosa, entre pota y pota, se hacía cargo de sus hijos enfermos (con una olla en la cama para las urgencias de sus hijos). Palomeke también fue una asidua del baño (con frontal, claro).
Por la mañana el espectáculo fue espeluznante, y en vista de lo cual, decidimos dar, los que aún estábamos sanos, un pequeño paseíto. Mientras, Carlos se curró una paella bien hermosa.
Por la tarde, tres achos salieron con las bicis. Resultas de lo cual, Javi volvió con fiebre.

Y no hay que olvidar que Catre se fastidió el dedo en el barranco, ¿dónde lo metería?, y que a Cris le entró el baile de San Vito.
Era la víspera de la partida y a la mañana siguiente teníamos una cita con el rafting.
Miércoles 8 de abril.
De los diez que íbamos a hacer el rafting, tres estaban medio sanos: Paloma, ya recuperada, Estella y Ana. Estas dos últimas no sabemos a ciencia cierta de qué se alimentan, pero el virus se asustó y pasó de ellas. Hasta el Pani se puso malo esa noche, y yo doy fe de ello porque me despertó varias veces.

Visto lo visto, anulamos la actividad y cada uno para su casita directos al puesto más cercano de la Cruz Roja.

Esta ha sido una breve crónica de lo que sucedió. Como cada uno la habrá vivido a su manera, pues que nos lo cuente en los comentarios. Salud compañeros!!!
Achosport promete, amenaza con volver y desquitarse. A pesar de todo, seguimos en pie!!!